miércoles, 7 de octubre de 2015

SE DESPIDEN LOS SUAVES


Mucho se había rumoreado sobre esta decisión, pero nos hacíamos los desentendidos como cuando un familiar esta muy enfermo y nos negamos a la idea de que va a morir, el tiempo ha pasado y ellos se han decidido, he aquí como irónicamente un portal al que muchos no seguimos, como un pájaro de mal agüero nos trae esta mala noticia mientras mucho desearíamos que fuese otra de sus artimañas mediáticas, pero esta vez no se trata de política si no de cultura, la cultura de la Peninsula Iberica esa que vestirá de negro con la despedida de esta leyenda.
Dentro del local de ensayo, esperan los cinco, distribuidos sin ningún orden entre instrumentos y amplificadores. En las paredes pueden verse pósters de giras pasadas, listados de canciones y carteles con los nombres de cada uno acompañados de la famosa cara del gato en un círculo rojo, el emblema que adoptaron tras hacer de teloneros de The Ramones en 1981. Si los pioneros del punk-rock tenían un águila, ellos, Los Suaves, decidieron tener un gato. Hoy, más de tres décadas después, es el logo más famoso del rock español, el de una banda que se ha reunido en este local para hablar de forma “extraordinaria” de su despedida. “Creo que la cifra de la última vez que nos juntamos todos para una entrevista llega a dos dígitos”, señala el guitarrista Alberto Cereijo.
Parte de esta dificultad de juntarse con la prensa viene porque Yosi Domínguez, el carismático cantante del grupo, hace tiempo que dejó de conceder entrevistas y, si lo hace, suele ser a través de correo electrónico, pero en esta ocasión espera sentado en una silla de madera con un cigarro en la mano y una amplia sonrisa. Después de esta entrevista, él y el resto de componentes de Los Suaves (el bajista y hermano de Yosi, Charly Domínguez, el guitarrista Fernando Calvo y el baterista Tino Mojón) recibirán un homenaje en Ourense, la ciudad que les vio nacer en 1980 y su bastión durante todo este tiempo de batallas y rock. “El emperador Tiberio cuando se estaba muriendo dijo: 'Ay, creo que me estoy convirtiendo en Dios'. Cuando ves los homenajes de despedida, empiezas a pensar como Tiberio y dices ay”, comenta Yosi, el primero en tomar la palabra.
Con su característico look rockero de vieja guardia, formado por su abultada y rizada melena gris, sus vaqueros y cazadora, el cantante habla con ímpetu socarrón, mezclando vocabulario de calle con citas históricas, musicales y literarias. Pide perdón por “la pedantería”, pero es evidente que es su natural forma de expresarse, con esa euforia contagiosa, como en esas canciones cantadas por dos o tres generaciones de jóvenes en conciertos, bares y fiestas de pueblo. Canciones como Malas noticias, Palabras para Julia, No puedo dejar el rock, Pobre jugador, Pardao o Dolores se llamaba Lola, su himno más popular. “Se tocó durante dos años sin estar grabada y ya generó mucho éxtasis”, recuerda Charly. “La niña de azul era de Las Carmelitas”, explica Yosi. “Cuando escribes una canción de una mujer, es porque te fue muy mal. Cuando te va bien no lo haces. Al menos yo”.
FUENTE: periódico "EL PAÏS"

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